Cómo se diagnostica
Por lo general, lo primero es ver a su médico de cabecera, quien le examinará. Puede que tenga que hacer análisis de sangre para comprobar su estado general de salud. Si su médico de cabecera no está seguro de cuál es el problema, o piensa que puede ser cáncer, lo remitirán a un hospital para asesoramiento y tratamiento especializado.
En el hospital el especialista le preguntará sobre su salud en general y problemas médicos anteriores o antecedentes familiares de cáncer de recto, le examinará y pueden llevar a cabo un examen rectal (para comprobar si hay alguna inflamación o bulto) pruebas sanguíneas y una colonoscopia.
Colonoscopia
Generalmente se puede realizar de manera ambulatoria, tarda alrededor de una hora. Su intestino debe estar completamente vacío, por lo que se le darán instrucciones sobre lo que beber y comer el día anterior, además de la administración de un laxante. Se le puede administrar un sedante por vía intravenosa para ayudarle durante la prueba.
Se introduce un tubo flexible (colonoscopio) por el ano, en el que hay una luz y una pequeña cámara para fotografiar cualquier parte anormal del intestino. Al mismo tiempo, se pueden tomar muestras del área para enviarlas al laboratorio y comprobar si hay células cancerosas.
Colonoscopia virtual (colonografía por TC, enema de TC)
En esta prueba una tomografía computerizada toma una serie de imágenes de su intestino por rayos X de manera que se crea una imagen tridimensional. Puede realizarse en lugar de la colonoscopia, o si ésta no dio una imagen bastante clara.
Generalmente se puede realizar de manera ambulatoria. Su intestino debe estar completamente vacío, por lo que se le darán instrucciones sobre lo que beber y comer los días anteriores, además de la administración de un laxante. Se le puede administrar un sedante por vía intravenosa para ayudarle durante la prueba.
Justo antes de la tomografía computerizada se introduce un tubo por el ano que administra aire y gas con el fin de expandir el intestino y ayudar a dar una imagen más clara.
Sigmoidoscopia
Esta prueba busca en el interior del recto y de la parte del colon más cercana al recto (colon sigmoide).
Generalmente se realiza de manera ambulatoria. Se introduce un tubo flexible por el ano, con el que se administra una pequeña cantidad de aire para ver con más facilidad el interior. Durante la prueba se pueden tomar muestras de tejido de cualquier parte del colon que se vea anormal (biopsia).
Análisis de sangre
Se realizan análisis de sangre para evaluar el estado general de salud. En los análisis se puede medir la proteína CEA, que en algunos casos de cáncer colorrectal se encuentra elevada.
CT (tomografía computerizada)
Este examen se realiza para detectar cualquier signo de que el cáncer se ha diseminado fuera del colon. En esta prueba se toma una serie de imágenes de su intestino por rayos X de manera que se crea una imagen tridimensional. Tarda alrededor de 5-15 minutos y es indoloro.
Se utiliza una pequeña cantidad de radiación que no le provocará ningún daño. Se le pedirá que no coma ni beba durante al menos cuatro horas antes de la prueba.
Puede que le den una bebida o inyección de un colorante, que permite ver ciertas áreas con más claridad. Puede que le haga sentir acalorado durante unos minutos. Es importante informar si usted es alérgico al yodo o tiene asma, ya que podría reaccionar a la inyección.
Las tomografías computarizadas pueden también ser usadas para guiar una biopsia.
PET / CT
Esta es una combinación de una tomografía computerizada y una tomografía por emisión de positrones (PET). Una PET usa bajas dosis de radiación para medir la actividad de las células en diferentes partes del cuerpo. Esta prueba ofrece información más detallada sobre la parte del cuerpo que se escanea.
No podrá comer durante seis horas antes de la prueba. Una sustancia ligeramente radioactiva se inyecta en una vena, generalmente en el brazo, se espera al menos una hora para realizar la exploración, que tarda entre 30-90 minutos.
RM (resonancia magnética)
Esta prueba utiliza el magnetismo para construir una imagen detallada de las zonas de su cuerpo. El escáner de la resonancia es un poderoso imán por lo que se le pedirá que rellene y firme una lista y consentimiento donde se pregunta si tiene algún implante metálico, como un marcapasos o clips quirúrgicos. También debe informar a su médico si alguna vez ha trabajado con metal o en la industria del metal.
Antes de la exploración, se le pedirá que se quite cualquier pertenencia de metal, incluyendo joyas. En ocasiones se administra un medio de contraste a través de una inyección en una vena del brazo, para ayudar a mostrar más claramente las imágenes de la exploración.
Tendrá que permanecer muy quieto durante la prueba, que tarda aproximadamente 30 minutos. Es indoloro pero puede ser un poco incómodo, y algunas personas sienten un poco de claustrofobia.