La prevención de la pérdida de peso
DIETA CON SUPLEMENTOS
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoEl cáncer y su tratamiento pueden causar la pérdida de peso. Puede que no sea capaz de comer tanto como antes o puede sentir que ha perdido el apetito. A veces, el cáncer en sí mismo puede hacer que su cuerpo utilice más energía. Esto puede conducir a perder peso. Es importante adaptar su dieta para asegurarse de obtener la mayor cantidad de energía posible de los alimentos que sea capaz de comer.
La dieta con suplementos está diseñada específicamente para proporcionar más proteína y energía para las personas que han perdido peso. Su médico le puede aconsejar sobre los alimentos o suplementos que debe agregar a su dieta. Estos pueden ayudarle a ganar algo de peso, o pueden retrasar o dejar de perder más peso.
La pérdida de peso puede afectar su imagen corporal y la forma en que se siente acerca de su apariencia. Esto puede afectar su autoestima. Si usted está preocupado acerca de cómo estos cambios están afectando a las relaciones, no dude en hablar de ello. Sus amigos y familiares pueden apoyarlo, o puede hablar con su médico o enfermera.
AUMENTO DE LA ENERGÍA E INGESTA PROTÉICA
El aumento de su ingesta de proteínas y energía puede ayudar a prevenir o reducir la pérdida de peso. Su médico, enfermera especialista o dietista le puede dar consejos. Inicialmente pueden animarle a tratar de comer alimentos cotidianos que son altos en energía y proteína, como la mantequilla, el queso y la crema. También pueden recomendar o recetar suplementos alimenticios manufacturados que se pueden añadir a los alimentos o tomar por su cuenta. Los complementos alimenticios incluyen:
- bebidas en polvo.
- suplementos a base de leche.
- suplementos zumos.
- líquidos a base de grasa.
- energía y proteína en polvo.
Le permitirán añadir energía a los alimentos cotidianos y se pueden incorporar en muchos platos.
AYUDAR A ALGUIEN A MANEJAR SU DIETA
Si usted es el cuidador principal de una persona con cáncer, puede ser molesto y difícil saber cómo hacer frente a su pérdida de apetito o pérdida de peso. Aquí están algunas sugerencias para hacer frente a los cuidadores acerca de la preparación de alimentos y las comidas:
Saber cuando el apetito de una persona está en su mejor momento y aprovechar esos momentos para las comidas.
En lugar de hacer a tres comidas al día, trate de animar a la persona que está cuidando a comer 5-6 comidas pequeñas durante el día. Este puede ser un cambio difícil de hacer cuando estás acostumbrado a la rutina de tener tres comidas al día.
Animar suavemente a la persona que está cuidando a comer de forma rutinaria, pero trate de no empujar demasiado. Ayude a crear un ambiente relajado en las comidas.
Mantenga las porciones pequeñas y ofrezca una segunda porción en lugar de poner demasiada comida en su plato para empezar.
Mantenga aperitivos al alcance de la persona que cuida para que estén listos cuando sienta hambre.
Sea consciente de cómo los suplementos de energía pueden ser utilizados en las comidas diarias y bebidas. Por ejemplo mediante la adición de leche fortificada para té o café según se requiera.
Hacer lotes de una sopa de verdura favorita y congelar algunos para una comida rápida en una fecha posterior. No congelar cualquier cosa que haya tenido nata añadido a la misma.
Un aperitivo, como el jerez o brandy, media hora antes de una comida es una buena manera de estimular el apetito de una persona. Algunas personas encuentran que una copa de vino con sus comidas ayuda a su digestión. Consulte con su médico o enfermera especialista si la persona que está cuidando puede tomar el alcohol.
Trate de hablar abiertamente con la persona que cuida sobre su pérdida de peso y las diferentes formas en que podría manejarla. Esto puede ayudar a que ambos se sientan más en control de la situación.
No se sorprenda si la persona que está cuidando encuentra que sus gustos cambian a lo largo de sus tratamientos.
Si el sentido del gusto o el olfato ha cambiado a veces puede ayudar a servir la comida fría o a temperatura ambiente.
Utilice cubiertos de plástico si la persona afectada por el cáncer nota un sabor metálico en la boca.
Si la persona que está cuidando encuentra que ciertos olores de cocción le provocan náuseas prepare la comida en una habitación diferente si es posible. Sirva la comida en una habitación bien ventilada.
Tenga especial cuidado al preparar los alimentos cuando la persona que usted cuida puede estar en riesgo de infecciones. Los médicos o dietista del hospital podrán aconsejarle sobre esto.